La Axiología.
Es la rama
de la filosofía que se ocupa y se centra en el
estudio de la naturaleza de los valores y los juicios valorativos. Es el
principal fundamento y el pilar con el cual cuenta la Ética.
Asimismo, la axiología estudia tanto aquellos
valores negativos como positivos, analizando sus primeros principios que son
aquellos que permitirán determinar el valor o no de algo o alguien, para
después construir los fundamentos del juicio tanto en el caso de ser positivo
como negativo.
El objeto de estudio de la axiología es que un valor siempre será aquella
cualidad que permitirá considerar el valor ético y estético de las cosas, es decir,
se trata de aquella cualidad específica que hace que las cosas o las personas
sean apreciadas en un sentido negativo o positivo.
Un valor es algo que se considera digno de aprecio, es
decir, lo bueno para una sociedad como la verdad o el respeto a la vida. Por
ello se dice que los valores son preferencias colectivas que orientan la manera
de como reaccionamos y como nos comportamos.
Los valores más importantes son los que nacen desde el
hogar, con los cuales crecemos y aprendemos, de estos se va creando nuestra
formación humana. Desde el nacimiento de un hijo, la familia va impartiendo este tipo de
valores ya que las funciones sociales no las puede cumplir
ninguna otra institución que no sea la Familia, de ahí la importancia es de
conocer a fondo como hacerlo y así para finalizar tener buenas expectativas. El
trabajo y el compromiso que los padres ofrecen son gracias a su esfuerzo que
dan respuestas oportunas ante las exigencias que la vida nos ponga delante, y,
en definitiva, poder responder, con una mayor coherencia a la vocación como
padres de familia.
Es ahí en donde se enseñan los primeros valores; valores que
serán sustento para la vida en sociedad y a lo largo de la vida de la persona.
Sin
embargo, la naturaleza de los valores éticos y morales, es el dominio de la voluntad
y la conciencia valorativa, ya que juegan un importante
papel, que es necesario precisar para acercarnos a la solución del
problema que se analiza.
Un acto que no ha sido el fruto del libre ejercicio
de la voluntad no le es imputable moralmente al individuo que lo
realizó y por lo tanto no estandarizan valores ni
antivalores ético-morales.
La voluntad también juega
un papel muy importante en el presentimiento de la persona al asimilar
determinados valores.
El deseo de ser portador
de una determinada cualidad ética es sumamente importante. Si un
individuo no se identifica con un valor no se orienta a la
formación del mismo como persona.
Algunas de
sus características son:
1.- Durabilidad: los valores se reflejan durante el curso y
el aprendizaje de la vida. Hay valores que son más permanentes en el tiempo que
otros.
2.- Integridad: cada valor es una percepción integra en sí
mismo, no es divisible.
3.- Flexibilidad: los valores van cambiando dependiendo de
las necesidades y las experiencias de las personas.
4.- Satisfacción: los valores generan satisfacción en las
personas que lo practican cotidianamente.
5.- Polaridad: todo valor se presenta en sentido positivo y
negativo; todo valor lleva un contravalor.
6.- Jerarquía: hay valores que son considerados superiores
(dignidad, libertad) y otros como inferiores (los que son relacionados con las
necesidades básicas o vitales).
Como conclusión creo que
todas las personas tenemos valores que se expresan a través de nuestros actos,
actitudes, decisiones de ideas; pero a veces no somos consientes de ellos.
“Si
no tenemos igualdad y equidad, no tenemos nada”
Tenemos que respetarnos
entre nosotros mismos, fortalecer la autoestima y la confianza, tener claro lo que
pensamos y deseamos y definir nuestro proyecto de vida, fortalecer nuestra
capacidad de autorregulación y autocontrol, pero sobre todo mejorar la
capacidad de comunicación.
Por: Montserrat Alejandra r. Haro.
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